viernes, 11 de noviembre de 2011

El fin de los partidos políticos

Los partidos políticos han llegado a su punto máximo de ridículo, fenecen, están en el callejón sin salida adonde su ignorancia les condujo. Todas sus propuestas son irrisorias e ilusorias, su objetivo: el poder desmesurado. Desconocen en su estupidez que eso no es poder, Poder es amar el bienestar común. Poder es dejar el sufrimiento atrás. Hoy, ante el despertar (aunque lento) de la Nación parecen ir dando concesiones para prevalecer y seguirse sosteniendo pero no, su tiempo ya se fue. Ellos no son guías dignos de confianza ni de respeto. La única confianza y respeto que merecen es la de su caída, bienvenida sea.
La enfermedad, el miedo, la corrupción, etc., pertenecen al pasado, lo nuevo es la luz amorosa de los Principios Rectores Universales actuando, activando lo muerto.
Cuando se ama, el mundo molecular de nuestro interior brilla, se expande, es gozoso, participa del himno de la vida y activa el mundo molecular de su entorno, activa el vaso de agua que está en tu mesa, activa la fruta, activa al niño, a tu pareja, activa todo fortaleciéndolo y esa activación genera un campo energético medible y abordable e irradiador. Un campo energético que nos habla de un mundo armónico interior, de un mundo celular contento, pleno, exento de enfermedad y obvio es decir que en ese radio de energía no tiene cabida ningún virus, ningún cáncer porque no existe afinidad energética. Ahí, en ese radio o se desvanece o choca saliendo disparado a buscar un nicho afín donde poder habitar y expandir su cepa. Por ello gobiernos, farmacéuticos y religiones pregonan sus himnos del miedo. No les interesa que alguien venga hablar del color, la luminosidad y la potencialidad del Ämor. Por ello buscan desprestigiar, por ello la persecución y el silenciamiento, la marginación a toda propuesta luminosa. El mundo que les interesa que prevalezca es el de la ignorancia, el de las tinieblas. Pero para su información y mala fortuna eso ya pertenece al pasado, al estado instintivo rudimentario. La propuesta para un mundo nuevo es un Estado Conciencial Cognoscitivo regido por el Ämor y sus emanaciones o destellos llamados Principios Rectores Universales.
Los gobiernos del mundo piensan profundamente cada movimiento de las piezas de su juego de ajedrez siniestro. Juego no de bienestar colectivo sino personal, de grupo, de clan, de mafia. Juego ventajoso que juega consigo mismo aunque el dueño del tablero no es otro que el pueblo mismo, cada ciudadano común. Así, cada jugada responde a una necesidad de seguirse manteniendo en el poder. LA reciente aparición de la influenza, fue una jugada de jaque, una jugada que muestra cuán indefensa está la población y cuán indefensa permanecerá ante este aluvión de la bestia. La jugada fue una bala más astuta que la que mató a Kennedy, una bala que mató muchos pájaros. Por un lado ello permitió decretar la ley en que se permite incuestionablemente a elementos de la Secretaría de Salud para allanar cualquier morada, ya sea comercial o familiar. Esto fue una jugarreta fascistoide encubierta de buenas intenciones o buena voluntad. Sirvió así mismo como distractor para que la sección más vulnerable de la población no se entere de otras legislaciones y lo más terrorífico y siniestro es que todo esto sirvió para establecer y dejar claro que el Nuevo Kratos (falso poder) Mundial puede sustentarse como poder hegemónico aún a costa de mentir sobre la salud. No niego que haya influenza, la hay, siempre hay virus en el ambiente, nosotros somos incluso un virus de los más peligrosos pero no nos percatamos en nuestra soberbia de ello. Lo doloso es que se exacerbe su dimensionalidad y cobre matices apocalípticos a través de los medios de incomunicación. La salud es lo más preciado para un ente vivo y es a ello a lo que apelaron y seguirán apelando. La falta de salud lleva al miedo y el miedo en sí es enfermedad. Ellos alimentan todo tipo de enfermedad ya que de ello viven. LA salud es un estado armónico del alma. Ello se logra conociendo el respeto, quien se respeta no se ataca. Atacarse con miedo, zozobra, chismografía, odio, es no respetarse, es lastimarse y caer enfermo. Todo gobierno no debe tomarse como el coadyuvante a nuestro bienestar sino por el contrario, nunca los gobiernos han velado por sus pueblos, cuando es de ellos precisamente que parasitan y extraen su poder. ¿Cómo exterminar esa plaga, esa epidemia real llamada Mal Gobierno? No cooperando con él. ¿Cómo? Colocando toda la energía del pensamiento en un nuevo modelo de gobernatura de bienestar. Pensar amorosamente el tipo de gobierno que se anhela tener para crecer y enviarlo al plasma, a la gran pizarra etérea que nos circunda y de la cual poco o nada sabemos, lanzarla y colocarla ahí como quien lanza una moneda al pozo de los deseos. Activar el pensamiento en una nueva frecuencia, ya que esta hará que la frecuencia nefasta desaparezca. La Frecuencia Nefasta es el gobierno parasitario, el Kratos, el falso poder que se dice poder a través del miedo, el crimen y el hostigamiento. El poder que lastima y que nunca ha apoyado creando Ämor.Los gobiernos son ajenos a los anhelos populares. Aunque hoy comenzarán a derramar aparentes beneficios en virtud de que los pueblos ya están despertando del sometimiento y marasmo de subordinación y neo esclavismo. Estos gobiernos sólo han respondido a intereses de la gran banca económica mundial. Así es que si algo no está con nosotros no existen razones por las cuales estar con ello. Los gobiernos instintivos y egoístas son caducos, pertenecen a la biblioteca de la historia de la barbarie y ahí debe ser su lugar, en un archivo pronto a ser quemado o consultado como la aberración humana que fue. Supuestamente son servidores y nada sirven. No conocen el real significado del Servicio y bienaventuranza, la creen imposible y sólo queda en la retórica y en la demagogia. Ese supuesto servicio resulta sumamente caro y va de por medio nuestra integridad, libertad y dignidad humanas

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