A esto me refería con la REVOLUCIÓN DEL AMOR de México hasta la eternidad.
Ahora comienza...
Hoy más que nunca les abrazo el alma con mucha alegría.
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Vi muchas pancartas, todas luminosas, todas sonrientes como los y las jóvenes con las alas bien puestas en sus corazones porque ya no hay alas en la espalda, esas las quemaron las guerras, el destierro, la discrminación la prepotencia, el soborno, el crimen, la tristeza, el hambre y tantas y tantas inhumanidades. Pero hubo una pancarta que me llenó de asombro, la apoteótica "YO SOY EL OTRO" ya han llegado los niños y niñas de la aurora a ese Sumum del conocimiento evolutivo. Yo soy tú mismo es el título de una de mis canciones, donde los invito a llenar sus miradas de amor y levantar al hermano y hermana caídos, los invito a no buscar pretextos para odiar sino para sanar y Crear ya que el odio encarcela en una prisión de mil barrotes mientras que el AMOR libera y así nadie podrá esclavizar de nueva cuenta nuestros corazones... No imaginan pues, cuán dichoso está mi corazón porque cuando se levantaron los zapatistas aún había armas de por medio y mi corazón sufría mucho al saber que seguirían cayendo inocentes descalzos pero ahora...ahora puedo morir en paz o mjor dicho Vivir en paz hasta la eternidad. Tengo confianza y certeza. El corazón de México ya está encendido, El Venerable Señor Popocatépetl, Don Gregorio entona también su canto, ¿lo recuerdan en el 94?
Me alegra que los niñ@s de la aurora no tengan partido, sé que son Unidad, son ejemplo de unidad, de un solo SER avanzando, así como lo fueron los y las Zapatistas cuando subieron desde la noche más oscura de todos los tiempos hacia la falsa Luz a alumbrar nuestros corazones verdaderamente opacados y entristecidos con los suyos verdaderos y siempre luminosos a pesar del hambre y abandono.
Ya no es el tempo, pues, de partidos y mafias sectarias. El partido en el poder saquea desde el puesto más pequeño hasta la gran cúpula y por supuesto que buscará perpetuarse en ello y para tal efecto no le importa escalar la más alta criminalidad e inmoralidad como ya se ha visto a lo largo de la historia humana en cualquier parte del mundo. La Unidad es muy bella, por sí sola ordena, armoniza. Y créanme que la criminalidad descenderá poco a poco hasta convertirse en polvo y en un recuerdo vergonzoso. Hoy ya no es tiempo de partidos aunque desde aquí abrazo el corazón de Andrés Manuel López Obrador quien ya adivinó por dónde es el sendero, sí, La República Amorosa es posible, la haremos posible. Esperemos llegue a la presidencia y sea el ÚLTIMO PRESIDENTE para dar paso a una nueva Era hacia la creación de consejos de Unidad nacional. La voz de todos.
Requerimos una mentalidad nueva de colectividad y de Servicio desinteresado a la Nación, que es decir: al prójimo, al vecino, al mexicano que somos todos y todas. La Unidad erradica la vanidad, protagonismos y egocentrismos, mesianismos y caudillismos
Dicen que la competencia es buena, no es cierto. Hay algo más grandioso que se llama diversión. Juguemos todos sanamente, divirtámonos. Ya nadie lo hace en el deporte ni en ninguna disciplina, ¿por qué? Porque no son felices, ¿se fijan?, vean a los basquetbolistas, a los tenistas o a los futbolistas siempre tan circunspectos, tan rudos, tan cansados, nadie sonríe, sólo cuando anotan un gol y no es sonrisa sino una manifestación egóica de poder. No, juguemos por jugar, como los niños antes de ser viciados. La competencia es una estupidez, hay que competir en todo caso contra nuestra propia estupidez aportando día con día a ser mejores con nosotros y con los demás. ¿Acaso no es contradictoria una propuesta de cualquier partido político cuando hablan de bienestar y justicia para todos y son capaces de asesinar y hacer la guerra sucia a otros partidos politicos y a los mexicanos con tal de fincarse en el poder? ¿Bienestar? ¿Justicia? ¿Verdad? Créanme que desconocen de lo que hablan. Los Principios Rectores están muy lejos de esas conciencias hoy por hoy, por eso es urgente educarlos y esta propuesta les daría la educación necesaria. la oportunidad de aprender a servir a partir de Principios. Qué triste que la raza humana haya llegado tan bajo sólo por algo tan ruin y ficticio como lo es el dinero, un pedazo de metal, tiras y tiras de papel impreso. El dinero verdadero son los Principios. Esos son riqueza verdadera para las conciencias humanas, hoy: inhumanas.
Así pues México es nuestra casa, fue el sueño de nuestros ancianos caminantes buscando construirla, somos muchos méxicos, muchas mentes al parecer diferentes, pero créanme que somos una sola mente, un solo ser caminando este sueño posible de unidad para la buena convivencia. México somos todos. Tenemos la oportunidad de dar una bella lección al mundo que se desploma con sus economías, con sus competencias inhumanas, con sus totalitarismos, con sus absolutismos, con sus guerras. Es nuestra oportunidad de proponer al mundo un México innovador, totalmente revolucionario en sus ideas a partir de Principios Rectores accionando en obras y no sólo en palabras.
Me alegra que los niñ@s de la aurora no tengan partido, sé que son Unidad, son ejemplo de unidad, de un solo SER avanzando, así como lo fueron los y las Zapatistas cuando subieron desde la noche más oscura de todos los tiempos hacia la falsa Luz a alumbrar nuestros corazones verdaderamente opacados y entristecidos con los suyos verdaderos y siempre luminosos a pesar del hambre y abandono.
Ya no es el tempo, pues, de partidos y mafias sectarias. El partido en el poder saquea desde el puesto más pequeño hasta la gran cúpula y por supuesto que buscará perpetuarse en ello y para tal efecto no le importa escalar la más alta criminalidad e inmoralidad como ya se ha visto a lo largo de la historia humana en cualquier parte del mundo. La Unidad es muy bella, por sí sola ordena, armoniza. Y créanme que la criminalidad descenderá poco a poco hasta convertirse en polvo y en un recuerdo vergonzoso. Hoy ya no es tiempo de partidos aunque desde aquí abrazo el corazón de Andrés Manuel López Obrador quien ya adivinó por dónde es el sendero, sí, La República Amorosa es posible, la haremos posible. Esperemos llegue a la presidencia y sea el ÚLTIMO PRESIDENTE para dar paso a una nueva Era hacia la creación de consejos de Unidad nacional. La voz de todos.
Requerimos una mentalidad nueva de colectividad y de Servicio desinteresado a la Nación, que es decir: al prójimo, al vecino, al mexicano que somos todos y todas. La Unidad erradica la vanidad, protagonismos y egocentrismos, mesianismos y caudillismos
Dicen que la competencia es buena, no es cierto. Hay algo más grandioso que se llama diversión. Juguemos todos sanamente, divirtámonos. Ya nadie lo hace en el deporte ni en ninguna disciplina, ¿por qué? Porque no son felices, ¿se fijan?, vean a los basquetbolistas, a los tenistas o a los futbolistas siempre tan circunspectos, tan rudos, tan cansados, nadie sonríe, sólo cuando anotan un gol y no es sonrisa sino una manifestación egóica de poder. No, juguemos por jugar, como los niños antes de ser viciados. La competencia es una estupidez, hay que competir en todo caso contra nuestra propia estupidez aportando día con día a ser mejores con nosotros y con los demás. ¿Acaso no es contradictoria una propuesta de cualquier partido político cuando hablan de bienestar y justicia para todos y son capaces de asesinar y hacer la guerra sucia a otros partidos politicos y a los mexicanos con tal de fincarse en el poder? ¿Bienestar? ¿Justicia? ¿Verdad? Créanme que desconocen de lo que hablan. Los Principios Rectores están muy lejos de esas conciencias hoy por hoy, por eso es urgente educarlos y esta propuesta les daría la educación necesaria. la oportunidad de aprender a servir a partir de Principios. Qué triste que la raza humana haya llegado tan bajo sólo por algo tan ruin y ficticio como lo es el dinero, un pedazo de metal, tiras y tiras de papel impreso. El dinero verdadero son los Principios. Esos son riqueza verdadera para las conciencias humanas, hoy: inhumanas.
Así pues México es nuestra casa, fue el sueño de nuestros ancianos caminantes buscando construirla, somos muchos méxicos, muchas mentes al parecer diferentes, pero créanme que somos una sola mente, un solo ser caminando este sueño posible de unidad para la buena convivencia. México somos todos. Tenemos la oportunidad de dar una bella lección al mundo que se desploma con sus economías, con sus competencias inhumanas, con sus totalitarismos, con sus absolutismos, con sus guerras. Es nuestra oportunidad de proponer al mundo un México innovador, totalmente revolucionario en sus ideas a partir de Principios Rectores accionando en obras y no sólo en palabras.
La revolución verdadera se hace sin gritos, sin ningún disparo, sin ninguna muerte de ningún prójimo. La únicas muertes válidas son las de la mentira, la del miedo, la de la barbarie, la de la hipocresía y eso depende de cada uno de nosotros para su erradicación ya que todos poseemos esos vicios. La revolución verdadera se hace con el diálogo de ideas al servicio de todos y todas. Cuántos muertos han dado las humanidades buscando la justicia, confrontándose los unos a los otros en un círculo viciado donde la siembra y la cosecha son siempre hambre y mayor crimen y más sangre y más sangre fincando karma (látigo estólido fustigándose a sí mismo).
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